Día 1: Y por fin nos vamos a USA...

22 de Octubre de 2012 (Lunes)

Dos días después de una boda preciosa que no olvidaremos nunca salíamos hacia Los Ángeles. Había sido un largo año de ilusión y preparativos y por fin íbamos a conocer USA! Como la boda había sido muy cerca de Madrid no teníamos mucha prisa en madrugar, habíamos dormido esa noche a poco más de diez minutos de Barajas, así que nos levantamos sin prisas y llamamos a un taxi para que nos acercase al aeropuerto.

Una vez en la T4 facturamos las maletas y nos fuimos a desayunar tranquilamente, compramos algo de comida y bebida para llevar y por fin, con algo más de una hora de retraso, embarcamos en el vuelo que nos llevaría a Los Ángeles. Después de doce horas de viaje, de almorzar, merendar, cenar, después de intentar ver tres películas cada una más mala que la anterior, y de charlar algo con los vecinos de asiento, después de un vuelo largo pero sin contratiempos, salvo por la hora de retraso con la que despegamos de Barajas, aterrizamos por fin a las 18,30 en el Aeropuerto de LAX. Desde el aire ya me empecé a emocionar con las vistas, no me lo podía creer, llevaba mas de un año esperando y por fin estábamos en Los Ángeles!!!  

Tardamos como una hora en pasar el control y recoger las maletas y nos fuimos directos a coger uno de los shuttel de Dollar que tienen una frecuencia de unos quince minutos, poco después estábamos en la oficina de alquiler dispuestos a recoger nuestro coche.

Llevábamos reservado un Dodge Charger o "similar" para 20 días por 447 €, aunque por lo que había leído sabía que Dollar no disponía de ningún Dodge Charger. El tema de la recogida del coche de alquiler era algo que me preocupaba un poco, había leido montones de comentarios en los que se hacía referencia a las técnicas de venta “un tanto agresivas” que los comerciales de Dollar parecían tener con bastante frecuencia, así que para evitarnos posibles problemas nada mas llegar pedimos que nos atendiese alguien que hablase español. Tengo que decir que el trato que tuvimos con el comercial fue muy amable, en ningún momento nos sentimos presionados ni obligados a contratar nada que no nos interesase.

Como ya suponíamos, nos informó de que el coche que habíamos reservado no estaba disponible y nos acompañó al parking para enseñarnos todos los vehículos que podíamos elegir con nuestra reserva, Chevrolet Imapala, Ford Fussion,… pero ninguno nos convencía.


Miguel Ángel tenía la ilusión desde que comenzamos a preparar el viaje de hacer la ruta en un Ford Mustang y desde que en ese momento los vio en el parking ya no fue capaz de pensar en otro coche. Así que decidimos volver a la oficina para que nos diesen presupuesto para reservar un coche de una categoría superior, en un principio nos comenzaron pidiendo un suplemento de 500 $ para cambiar la categoría, más del doble de nuestra reserva. Pero no nos dimos por vencidos, le lloramos, le dijimos que era nuestra luna de miel, que la ilusión de Miguel Ángel era conducir ese coche, que era un viaje muy especial para nosotros, y finalmente conseguimos que nos rebajase el precio a 160 $ más para 20 días, 8 $ más diarios.


A parte contratamos el Road Safe y pagamos el tanque de gasolina que es obligatorio. Elegimos el coche con menos kilometraje de entre todos los Ford Mustang descapotables que en ese momento había en el parking, comprobamos que todo funcionaba bien, colocamos el cuenta km a cero y pusimos en el GPS la dirección de nuestro hotel en Santa Mónica.


La verdad es que a mi me hubiese dado igual cualquier otro coche pero solo por ver la cara de ilusión de Miguel Ángel conduciendo el Mustang de camino al hotel creo que fueron los 160 $ mejor invertidos de todo el viaje.

Unos 20 minutos después llegamos a nuestro hotel en Santa Mónica. Teníamos tres noches reservadas en el Santa Mónica Pico Travelodge. La primera impresión del hotel fue buenísima, nos encontramos una habitación espaciosa con una pequeña cocina, situada en la planta baja y con entrada desde un patio privado.



Entre la hora de retraso de llegada del vuelo, el tiempo que perdimos en cambiar la reserva del coche, lo que tardamos en llegar a Santa Mónica desde el Aeropuerto y en hacer el check-in en el hotel se nos hizo bastante tarde. Cuando preparamos el viaje pensamos en dedicar esta tarde noche a pasear por el Pier de Santa Mónica pero ya casi no teníamos tiempo, así que decidimos salir a comprar algo de comida para llevar a la habitación en un puesto de “hot dogs” que había al lado del hotel y descansar del viaje. En unas horas estaríamos por fin recorriendo las calles de Los Ángeles!

PUEDES LEER EL RELATO COMPLETO DEL VIAJE:


  
   
        
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