Día 8: Roma (III): La Roma antigua y algunas basílicas.

2 de Octubre de 2011

En nuestro tercer día en Roma fue la primera vez que cogimos el metro romano para llegar a nuestro destino. Las rutas de los dos días anteriores las habíamos hecho completamente a pie con lo que apenas utilizamos el transporte público los días que pasamos en la capital italiana.

Tomamos el metro en la estación de Lepanto, hasta la parada de San Giovanni, y después de un total de ocho paradas y poco más de quince minutos llegamos a la Basílica de San Giovanni in Laterano, en la que destacan las imponentes esculturas de los apóstoles. De todas las basílicas e iglesias que visitamos en Roma, esta fue la que mas nos gustó.

Interior de la Basílica de San Giovanni in Laterano


Basílica de San Giovanni in Laterano

Después nos dirigimos a la Basílica de San Clemente, una de las mayores sorpresas de este viaje y muy recomendable en todos los sentidos. Y no por la iglesia en sí, que aparentemente no destaca, sino por el secreto que guarda en su interior, descender al nivel inferior que se encuentra bajo la pequeña iglesia y desde el que se accede a una serie de antiguos caminos romanos que conducen a una casa y al templo de Mitra. Fue toda una experiencia recorrer esas calles bajo tierra. Uno de los mejores recuerdos del viaje y sin duda también, una de las mejores visitas.

Entrada a la Basílica de San Clemente

Para tener más información de la Basílica de San Clemente, e incluso hacer una visita virtual a los niveles inferiores es recomendable visitar el siguiente enlace. 


A las 13,20 h teníamos la visita a los subterráneos del Coliseo y llegamos justos de tiempo. La mañana no nos había cundido todo lo que esperábamos debido a que era domingo y en la Basílica de San Clemente tuvimos que esperar 45 minutos a que finalizase la misa antes de poder descender al nivel inferior, con lo que perdimos mucho tiempo.

Llegamos al Coliseo y la cola para acceder era de más de una hora. Seguramente muchas de las personas que esperaban pacientemente fuesen mas tarde al foro romano o al palatino y no supiesen que era posible comprar la entrada antes allí y evitar de ese modo la espera para acceder al Coliseo, o incluso ya la tuviesen y desconociesen que la misma les daba acceso también a este último monumento.

El Coliseo



TIPOS DE ENTRADAS PARA VISITAR EL COLISEO:

En la actualidad es posible adquirir diferentes entradas para visitarlo pero solo una de ellas permite acceder a algunas partes del anfiteatro romano que de otra forma no es posible visitar, los subterráneos y el tercer nivel.
  • La entrada normal, que permite el acceso al Coliseo – Foro – Palatino sin guía. Se puede adquirir en cualquiera de estos tres lugares, siendo mucho más recomendable comprarla en el Foro – Palatino con el fin de evitar las grandes colas de acceso que se forman en el Coliseo. 
  • La visita guiada, que permite el acceso a los mismos lugares que la entrada normal, pero en la que la visita al Coliseo se hace de forma guiada.
  • La visita a los subterráneos. Es la visita más completa que se puede realizar al Coliseo. Se visita de forma guiada TODO el Coliseo, incluyendo los subterráneos y el tercer nivel a los que no es posible acceder con las visitas anteriores. Es necesario reservar una hora previamente al tratarse de una visita guiada. Como en las visitas anteriores, también incluye la visita al Foro y Palatino (en este caso sin guía).
  • Cualquiera de los tres tipos de entradas tienen una validez de dos días consecutivos.

Nosotros con nuestra entrada reservada para los subterráneos pasamos directamente y esperamos pacientes a que llegase nuestra guía para realizar la visita. Y digo pacientes porque más de media hora después aún no había aparecido nadie para ocuparse de nuestro grupo. Más tarde nos comentaron que por un error que “nunca se había producido”  a nuestro grupo nadie le había asignado guía.

Interior del Coliseo

Finalmente tres cuartos de hora después comenzamos la visita a los subterráneos del Coliseo. Me pareció muy interesante y recomendable, a pesar del caos que nos encontramos ese día al llegar. No sólo te explican los subterráneos y el tercer nivel del Coliseo, a los que sin la visita guiada no se podría acceder, sino que también te llevan y explican el resto de las instalaciones. El Coliseo nos impresionó mucho, por algo es una de las visitas mas importantes que se pueden hacer en Roma.




Lo cierto es que queríamos terminar nuestro planning y dudábamos de que pudiésemos hacerlo. Ya habíamos perdido mucho tiempo en la Iglesia de San Clemente y esperando a que llegase la guía para la visita al Coliseo, y era tardísimo y aún estábamos sin comer.



Después de reponer fuerzas con una ensalada capresse, lasaña y pasta en un restaurante muy próximo al Coliseo, nos dirigimos al Foro Romano y al Palatino pasando antes por el Arco de Constantino. Es muy recomendable llevar algún mapa del Foro Romano para poder orientarse pues las indicaciones allí son nulas. Nosotros en la guía de Roma de la Lonely Planet lo encontramos bastante detallado y pudimos hacernos una buena idea de lo que allí estábamos viendo.

El Foro Romano


Arco de Constantino

Pasamos bastante tiempo recorriendo el Foro y cuando terminamos nos dirigimos a la Basílica de San Pietro in Vincoli, donde pudimos ver el conocido Moisés de Miguel Ángel y las cadenas de San Pedro.

Las cadenas de San Pedro
San Pietro in Vincoli

Y terminamos el día acercándonos a la Basílica de Santa María la Maggiore, en cuyo interior están enterrados los Papas Sixto V y Pío V.

Para volver al hotel cogimos de nuevo el metro, pero esta vez en Termini, solo cinco paradas después estábamos en Lepanto y tras un corto paseo llegamos a nuestro hotel.

Y así, casi sin darnos cuenta, habíamos pasado un día más en la ciudad eterna.


  
   
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