Londres (IV): Notting Hill, Museo de Historia Natural y Hyde Park.

Sábado 28 de Enero de 2012

El planning que teníamos pensado para este día (Sábado) era dedicar todas las horas de luz para visitar los mercados de Portobello y Camden. Normalmente, la recomendación general es la de visitar Portobello en sábado y Camden en domingo, pero nosotros al día siguiente teníamos que dejar el hotel y salir hacia el aeropuerto, y Camden estaba demasiado lejos de nuestro hotel como para ir la mañana del domingo a visitarlo y volver a recoger las maletas, así que decidí incluir los dos este día y así dedicarles más tiempo y poder visitarlos con más detenimiento.

Aunque los acontecimientos del día hicieron que finalmente tuviésemos que variar el recorrido sobre la marcha…



Decidimos comenzar por Portobello, un mercado de antigüedades en el barrio londinense de Notting Hill. Para llegar tomamos la línea circular del metro en Victoria y seis paradas más tarde estábamos en la estación de Notting Hill.



El mercado se extiende a lo largo de Portobello Road, donde se concentran todos los puestos de anticuarios y tiene lugar los sábados de 10,00 a 17,00 h, aunque el resto de la semana también se pueden visitar las tiendas que hay en la zona.


Se puede comprar casi de todo, desde joyas, cuadros, libros o muebles. Yo aproveché para curiosear por los puestos, y para lamentarme de haber viajado solo con equipaje de mano y tener que reducir mis compras al mismo. Al final compramos varias cosas, entre ellas unos cuadritos antiguos para ponerlos en el cuarto de baño y algunos souvenirs más. El barrio estaba muy animado con el mercado y lleno de gente.  


Notting Hill realmente es un barrio precioso, con las típicas casas de colores que se extienden por sus calles y estando allí es imposible olvidarse de la película del mismo nombre. También en nuestro paseo por el barrio visitamos la librería en la que trabajaba Hugh Grant en Notting Hill, The Travel Bookshop, situada en el número 13 de Blenheim Crescent.



Pasamos prácticamente toda la mañana allí, recorriendo el mercado, hasta que Miguel Ángel empezó a sentirse muy resfriado. Hacía muchísimo frío y la caminata del día anterior había acabado por pasarnos factura. Decidimos irnos a comer algo caliente y esperar a ver si se encontraba algo mejor, aunque los planes de ir a Camden ese mismo día y continuar la tarde paseando por la calle ya los habíamos descartado.

Así que muy a mi pesar (por no poder visitar Camden, con la ilusión que me hacía)  decidimos reestructurar los planes para poder aprovechar la tarde haciendo alguna visita con la única condición de ir a algún sitio cerrado en el que no pasásemos frío. Y la decisión estaba clara; nos íbamos a visitar el Museo de Historia Natural.


Cogimos el metro hasta South Kensington, a cuatro paradas de Notting Hill, y una vez allí tuvimos que esperar algo más de media hora para poder entrar.


Museo de Historia Natural

El Museo de Historia Natural es espectacular. El exterior del edificio en sí es realmente precioso y el interior es impactante, a mí me encantó el hall de entrada en el que se encuentra el enorme esqueleto de dinosaurio.



Pasamos bastante tiempo en el museo ya que habíamos decidido que dadas las circunstancias nos íbamos a tomar el resto del día con calma. La visita al museo nos encantó, y sobre todo si se viaja con niños es una visita imprescindible aunque, como todo en Londres cierra bastante pronto, a las 17,45 h en el mes de enero.


Cuando salimos del Museo casi a la hora del cierre nos dimos cuenta de que estábamos muy cerca de Hyde Park  y aunque en un principio no lo teníamos en los planes, había leído tanto sobre Hyde Park y estábamos tan cerca que pensé en acercarnos a ver el parque y fue un enorme error. No sé si fue por el frío que hacía, por ir a última hora del día o por la época del año pero Hyde Park, o al menos la zona que vistamos, nos pareció de lo más corriente.  Aunque si es verdad que me hubiese gustado visitar el parque en Navidades cuando debe de estar de lo más animado con la feria que instalan todos los años allí por esas fechas, Winter Wonderland.



Esta fue la noche que mas pronto volvimos al hotel. Acabé el día con una sensación agridulce, al día siguiente nos marchábamos de Londres y en los días que habíamos estado en la ciudad habíamos visto mucho más de lo planeado en un principio, pero una de las cosas que más ilusión me hacía, visitar el mercado de Camden, se había quedado pendiente y no quería marcharme de Londres sin haberlo visto…



  
   
        
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