Que ver en Carcassonne (en Navidad)


Sábado 26 de Diciembre de 2015

Aunque íbamos a pasar dos noches en Carcassonne, solo dedicaríamos un día completo a conocer el casco histórico de esta ciudad medieval.



El Hotel Campanile Est La Cité, en el que nos habíamos alojado y del que conté nuestra experiencia en el post anterior, se encontraba situado en un polígono industrial a las afueras de la ciudad y por ello, para desplazarnos hasta la Ciudadela, empleamos el coche.

Muy cerca de la Puerta Narbona, la principal entrada a la Cité de Carcassonne, encontramos varios parkings de pago que decidimos no utilizar. Era bastante pronto y no nos fue difícil encontrar donde dejar el coche estacionado en las calles cercanas y completamente gratis.

Cruzar la Puerta Narbona y adentrarnos en la Ciudadela fue como retroceder en el tiempo.

No teníamos un plan de visitas demasiado estructurado porque apenas habíamos tenido tiempo de preparar el viaje y sólo llevábamos un mapa que nos habían dado en el hotel para orientarnos, con lo que las primeras horas de la mañana las dedicamos a pasear por las calles empedradas de la Cité.


A caminar sin rumbo, a ver los escaparates de las tiendas llenos de armaduras, espadas y demás elementos medievales, a comprar algún recuerdo y poco más…

Después salimos de la Ciudadela para recorrer las Lizas, un espacio situado junto a las murallas por donde también pasaríamos horas mas tarde buscando las mejores perspectivas para ver atardecer.

Llagamos a la Basílica de Saint Nazaire (antigua Catedral de Carcassone) donde nos detuvimos para visitar el interior.

Basílica de Saint Nazaire

Comenzó a despejarse en Carcassonne y los rosetones y las vidrieras de la Basílica empezaron a destacar aún más al reflejar la luz del exterior.



Un gran órgano  ocupaba el lado opuesto de la Basílica. Junto a él encontramos varios folletos que informaban del horario de algunos conciertos que esa misma noche iban a representarse en Saint Nazaire. Nosotros no acudimos por falta de tiempo.


Desde allí volvimos hacia el Castillo, la principal atracción turística de Carcassonne y la que sería nuestra siguiente visita, pasando por el Pozo Grande (el más antiguo de la ciudad).

Tras pagar la entrada, cruzamos el puente levadizo construido sobre un foso y accedimos al patio principal del recinto, al patio de armas.



Hicimos la visita por libre y sin audioguía, aunque era posible adquirir una en la entrada con un precio añadido al ticket de acceso.



El recorrido nos llevó casi dos horas, en las que además de visitar las salas y subir a las torres, recorrimos todas las murallas que fueron construidas junto a la fortaleza de Carcassonne.




Dentro del recinto también hay varias salas que albergan un pequeño museo con una exposición de esculturas.

Tras visitar todo el recinto del Castillo, (nos tuvieron casi que echar porque era la hora de cierrre), salimos de la Ciudadela por la Puerta de Aude, que todavía no habíamos visitado.


Esta zona nos pareció una de las más fotogénicas de Carcassonne, y no dudamos en quedarnos aquí para ver el atardecer.



La verdad es que a pesar de ser 26 de Diciembre, la decoración navideña en la Cité apenas existía. En cambio, al otro lado del Puente Viejo, cruzando el Río Aude ya en la Bastida, la ciudad cambiaba y las luces al menos decoraban algunas calles.

Ese día decidimos terminarlo en el Mercado Navideño de la Place du General de Gaulle. 



Una de las cosas que nos habían animado a realizar esta escapada era ver algo de "ambiente navideño" y aunque, para ser sinceros, la decoración nada tenía que ver con lo que vimos el año anterior en la Alsacia, al menos pudimos disfrutar durante un rato de un paseo entre algunos puestos de dulces y productos típicos, de un chocolate caliente que nos entró de maravilla, de un bonito carrusel donde los mas pequeños no dejaban de montarse y de una Gran Noria de Navidad.



Fue una escapada tranquila que apenas preparamos y donde, sobre todo, quisimos pasear sin rumbo y descubrir la ciudad. Por suerte el tiempo nos acompañó durante todo el día y tuvimos una temperatura que era imposible esperar a finales de Diciembre en el Sur de Francia, casi 20 grados que hicieron que guardemos aún mejor recuerdo de ese fin de semana en esta ciudad medieval.



  
   
        
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