Día 7: Monument Valley, Horseshoed Bend y Lago Powell

28 de Octubre de 2012 (Domingo)

Eran tantas las ganas que tenía de ver amanecer que me desperté antes de que sonase la alarma del móvil, desperté a Miguel Ángel y salimos corriendo hacia la terraza. Cada segundo que pasamos viendo ese amanecer en Monument Valley merece cada uno de los dólares que nos costó esa noche de hotel en el The View.  




 Vistas del amanecer en Monument Valley desde la terraza del The View

Y cuando finalmente amaneció nos preparamos para recorrer el parque por fin. La verdad es que llevábamos algo de miedo (sobre todo yo) por como iba a responder el Mustang por esos caminos.




Me imaginaba que acabaríamos atrapados en algún punto del trayecto sin poder hacer nada pero no fue así, yendo despacio pudimos hacer todo el recorrido sin ningún problema, aunque en algunos momentos nos dio cierta envidia ver pasar algunos todo terrenos a toda velocidad a nuestro lado.


Antes de entrar a recorrer el parque decidimos ir al mirador del hotel para hacer algunas fotos panorámicas y después se me ocurrió entrar a la tienda de souvenirs para comprarme el típico sombrero de cowboy con el que hacernos algunas fotos divertidas. El sombrero claro está que se quedó en la tienda después de que nos pidiesen 80 $ por él, casi podríamos haber pagado otra noche en el The View por ese precio!




Así que, sin sombrero, nos fuimos ahora ya si al parque. En el recorrido hay once formaciones rocosas cuyos nombres podéis ver en los planos que os darán en el parque.




A mi me gustaron especialmente las vistas desde John Ford’s Point, en este punto del parque hay varios puestos de artesanía navaja y es donde se inician las excursiones a caballo.





Tardamos unas dos horas en recorrerlo, habíamos dejado el equipaje en la habitación del hotel para evitarnos llevar el coche demasiado cargado mientras hacíamos el recorrido así que aún teníamos que hacer el check out antes de ponernos de camino hacia el siguiente punto de nuestra ruta, el famoso lugar donde Forrest Gump dejó de correr, en la milla 13 de la 163 en dirección a Mexican Hat.


Cualquiera que haya visto la peli recordará esta imagen…


Después de unas cuantas fotos retrocedimos el camino en dirección a Kayenta. Pensamos en acercarnos hasta Mexican Hat para ver el Goosenecks State Park, pero teníamos una reserva a las 4,15 pm para hacer un crucero por el Lago Powell y no queríamos llegar tarde. Con la emoción de ver Monument Valley solo habíamos desayunado un par de Frapuccinos del Starbucks que llevábamos en la nevera, así que decidimos parar en el McDonalds de Kayenta para tomar algo y conectarnos a internet. La idea en principio era parar en el Golden Sands, un lugar bastante típico donde acudían los indios navajos con sus familias habitualmente, pero al parecer el restaurante estaba cerrado.   

Cuando llegamos a Page nos fuimos directamente al Horseshoe Bend, un espectacular meandro en el río Colorado. Para llegar allí hay que coger la 89 en dirección al sur de Page y tomar un desvío a la derecha hasta llegar al parking. Desde el aparcamiento hasta el meandro hay un paseo de unos dos km en el que es imprescindible que llevéis algo de agua. Horseshoe fue uno de los lugares más espectaculares que visitamos durante el viaje. 



Después de la visita nos pusimos de camino al Lago Powell, donde teníamos reservado un crucero a las 4,15 de la tarde de una hora y media de duración. Los cruceros salen desde el puerto que hay en el mismo hotel que también habíamos reservado para esa noche, el Lake Powell Resort. Hay varios tipos de excursiones, algunas para visitar el Rainbow Bridge, algunas con cena a bordo, etc. Nosotros elegimos el Antelope Canyon Boat Tour por varios motivos, entre ellos que era el tour más económico y el único que por el horario se adaptaba a nuestro planing.

El viaje en el barco duró una hora y media, si tenéis algo de tiempo para dedicarle al Lago Powell es una opción perfecta.


Durante el recorrido navegamos hasta la presa Glen y después nos adentramos entre las paredes rocosas del cañón. Salvo por el frío que pasé en la cubierta durante la segunda mitad del viaje, guardo muy buen recuerdo de esta excursión, sin duda una forma distinta de ver el Lago Powell.



Cuando regresamos hicimos el check in y nos instalamos en la habitación del hotel. Nos dieron una habitación en la planta baja con un pequeño patio y vistas al lago. El hotel está muy bien, aunque está bastante alejado de Page pero si se va a terminar o a empezar el día haciendo alguna actividad en el Lago Powell si que es muy recomendable. Tenía apuntados dos restaurantes muy recomendados en Page para cenar esa noche, Fiesta Mexicana y Strombolli’s, pero no nos apetecía coger de nuevo el coche para llegar al pueblo, así que decidimos quedarnos a cenar en el restaurante del hotel y fue un acierto. Cenamos de maravilla, pero con la pena de que la oscuridad de la noche no nos permitiese disfrutar de las vistas del lago desde los ventanales del restaurante.

PUEDES LEER EL RELATO COMPLETO DEL VIAJE:



  
   
        
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