Un nuevo destino a corto plazo


Normalmente nunca solemos viajar en Semana Santa, los precios suelen ser altísimos y es difícil encontrar buenas ofertas, además de que es una época de muchísimo trabajo para nosotros. Pero este año lo necesitábamos y hemos decidido cambiar de planes y hacer una pequeña escapada, si nos dejan...

Realmente no hemos estado muy seguros de poder viajar en esas fechas y, aunque la idea de nuestro destino del mes de abril nos rondaba por la cabeza desde hace unos meses ya, no lo hemos empezado a dar por seguro hasta hace apenas unos días. Aunque en algunos momentos, sigo pensando que es posible que "algo" surja en el último momento que nos impida viajar.

Cuando decidimos pasar estos días fuera de España comencé a mirar vuelos a diferentes destinos que teníamos en mente para un viaje de cuatro días. La primera ciudad que me vino a la cabeza fue Praga, la ciudad de cuento que llevo años queriendo visitar y que siempre tengo en la lista de destinos pendientes, pero los precios de los vuelos eran prohibitivos para una escapada de solo unos días… Y eran prohibitivos no solo para Praga, nuestra primera opción, sino para cualquier otro destino que durante esas semanas nos planteamos y que desechábamos cada vez que en la pantalla del ordenador veíamos el precio final que suponía llegar hasta allí en esas fechas…

Finalmente, como no teníamos la seguridad de que pudiésemos realizar el viaje y los precios no se ajustaban a lo que estábamos buscando decidimos plantearnos algún destino al que pudiésemos llegar en coche y la decisión fue fácil…

Nos vamos a …. 
OPORTO!!!

Ya conocemos Portugal, en 2008 viajamos a Lisboa y la ciudad nos sorprendió y gustó tanto que siempre teníamos en mente volver al país vecino, y que mejor forma de hacerlo que conociendo la ciudad del vino y de los puentes sobre el Duero.  

Pasaremos tres noches allí, pasearemos por sus calles y nos acercaremos a conocer alguna de las famosas bodegas de Vila Nova de Gaia. Cenaremos en algún restaurante en la Ribeira, escuchando fado,  mientras disfrutamos de las vistas del Duero, y desconectaremos del trabajo al menos durante unos días. Ese es el plan.

Si los planes no se tuercen en los últimos días, Oporto nos espera y solo falta...