París (I): La Torre Eiffel, los Inválidos, la Concordia y los Campos Elíseos.

Miércoles 29 de Septiembre de 2010

La tarde del día anterior, después de llegar a la ciudad e instalarnos en el apartamento,  apenas nos quedó tiempo libre para dedicar las últimas horas del día a dar un corto paseo hasta la Torre Eiffel, situada a apenas diez minutos del hotel.

Ver por primera vez la Torre Eiffel es otro de esos "recuerdos viajeros" que se te quedan grabados para siempre después de soñar tanto tiempo con conocer París. Para nosotros,  éste era uno de los primeros "grandes viajes" que hacíamos y estar en un lugar que tantas veces había deseado conocer  fue mi primer sueño viajero hecho realidad. Por suerte, años después, le siguieron otros muchos. 

Paseamos por la zona, recorrimos los Campos de Marte y decidimos dejar la subida  a la torre para otro día en el que tuviésemos más tiempo.

Por la mañana, empezamos nuestro primer día completo en la ciudad visitando la Estatua de la Libertad, situada también a tan sólo cinco minutos de nuestro hotel. La estatua es una réplica en menor tamaño de la que hay en Nueva York y está situada en el centro del Sena, orientada hacia el oeste en dirección a la estatua original de Manhattan.

La réplica se encuentra concretamente en la Ile des Cygnes  y se accede a ella por unas escaleras que terminan en una isleta en el centro del río. Por aquel entonces, mientras veía la pequeña réplica pensaba en la posibilidad lejana de visitar algún día la original en New York, y con el tiempo terminé también por cumplir ese deseo.


Desde allí paseamos de nuevo hasta la Torre Eiffel donde hicimos más y más fotos y recorrimos los Campos de Marte


La siguiente parada fue el Palacio de los Inválidos, donde antes de acceder aprovechamos para comprar dos París Museum Pass válidas para cuatro días. 
  
El complejo de los Inválidos alberga varios edificios, nosotros dedicamos bastante tiempo a visitar el Museo de la Armada en el que se encuentra una exposición de objetos que recuerda las batallas de Francia a través de la historia. 

Palacio Nacional de los Inválidos

La Iglesia del Dome desde el Museo de la Armada

Dentro del mismo complejo se encuentra también la Iglesia del Dome,  situada junto al museo, cuya cúpula dorada destaca sobre los edificios de la ciudad. En el interior de la iglesia y situada en la cripta, se encuentra la tumba de Napoleón. La visita al impresionante sarcófago que alberga la tumba es el principal atractivo de la visita a la iglesia y realmente el sarcófago impresiona por sus dimensiones.

  
Después de la visita a Los Inválidos, cruzamos el Sena atravesando uno de los puentes más bonitos y decorados de la ciudad, el Puente de Alexandre III, hasta llegar al Petit y Grand Palais


Mientras caminábamos hacia nuestro siguiente destino, la Plaza de la Concordia, pasadas ya las tres de la tarde vimos una creperie donde probamos nuestros primeros crepes del viaje. Y ya con fuerzas dedicamos parte de lo que quedaba de tarde a pasear por la famosa Avenida de los Campos Elíseos,  sin duda una de las calles más famosas del mundo, pasando frente a los escaparates de las tiendas más exclusivas de la ciudad (y quizás también del mundo) pero sin entrar en ninguna.

El paseo por los Campos Elíseos terminó en la histórica Plaza de la Concordia, en la cual se encuentra el Obelisco de Luxor de 3200 años de antigüedad y regalo de Egipto al pueblo francés. Las vistas desde la Plaza de la Concordia son increíbles ya que desde el mismo punto es posible divisar la mayoría de los monumentos más importantes de la ciudad: la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, los jardines de Tullerias, todo en un sólo vistazo.

La Madeleine desde la Plaza de la Concordia

La Iglesia de la Madeleine es otro de esos lugares que se pueden observar también desde la misma plaza. Situada a unos metros de ésta destaca por su apariencia de templo griego. Nosotros aprovechamos también la visita para conocer el interior de la iglesia.  

Iglesia de la Madeleine
Desde allí decidimos terminar el día visitando la Ópera. Me habían recomendado entrar pero cuando llegamos era ya bastante tarde y estaba cerrada al público así que nos conformamos con hacer algunas fotos del exterior, terminar de pasear por la zona y decidir volver nuevamente otro día para verla por dentro.

Y desde allí volvimos al hotel en metro después de pasar nuestro primer día en París.