París (III): El Louvre, la Ópera y Le Marais.

Viernes 1 de Octubre de 2010

Queríamos dedicar el máximo tiempo posible a visitar el Louvre y decidimos destinar la tarde de este día a conocer el museo. Pasamos la mañana completando las rutas de los días anteriores con las visitas que habían quedado pendientes: la Ópera, la Plaza de los Vosgos y la Casa de Victor Hugo fueron los lugares a los que dedicamos las primeras horas del día. 

El Palacio de la Ópera de París o Ópera Garnier no suele ser una visita imprescindible en los recorridos comunes de un primer viaje a París, pero yo había leído tanto sobre el interior de este lugar que decidí incluirlo entre las visitas que realizaríamos durante los cuatro días que íbamos a pasar en la capital francesa. 
La Ópera Garnier 



Y no nos equivocamos porque la visita  sin duda merece mucho la pena sobre todo por poder contemplar la gran escalinata de mármol blanco y el precioso auditorio en colores dorados y rojos.


Después de ver la Ópera cogimos el metro hasta la Plaza de los Vosgos, aunque hoy en día y de haberlo sabido hubiese prescindido de esta visita y le hubiese dedicado más tiempo al Louvre. A pesar de que la plaza en sí merece la pena creo que la visita no justifica el desplazamiento que tuvimos que realizar ese día sólo por conocer el lugar.
Plaza de los Vosgos
La Plaza de los Vosgos se encuentra en el barrio de Le Marais, uno de los más turísticos de París, donde aprovechamos para pasear hasta llegar a la conocida plaza.  El lugar es curioso por tratarse de una plaza perfectamente simétrica con 36 casas (nueve en cada lateral) situadas sobre arcadas. En la misma plaza se encuentra también la Casa de Víctor Hugo, y ya que estábamos allí (y para aprovechar el desplazamiento) decidimos entrar a verla también aunque en un principio no entraba en nuestros planes.
La casa  se encuentra situada en una de sus esquinas y es la mayor en tamaño de las viviendas de los Vosgos. En ella se pueden observar reconstrucciones de algunas de sus habitaciones y es donde, se dice, Víctor Hugo escribió buena parte de su obra "Los Miserables".  Personalmente la visita a la casa me pareció prescindible, salvo si se está muy interesado en la historia del escritor.

Comimos en un restaurante en Le Marais y seguimos nuestro recorrido hasta la Plaza de la Bastilla donde, de nuevo, cogimos el metro hasta el Louvre para salir justo en la Pirámide de cristal invertida que hace pareja con la situada en la entrada principal.

Museo de El Louvre
La visita al Louvre la hicimos un viernes cuando el horario de cierre se amplia (junto con los miércoles, los viernes El Louvre permanece abierto hasta las 22,00h), con lo que teníamos tiempo suficiente y podíamos visitarlo sin muchas prisas.
Hicimos un recorrido que planificamos a través de la web del museo visitando las obras más importante y añadiendo algunas otras que igualmente nos interesaban.

Vimos el Louvre medieval, la Victoria de Samotracia, la Venus de Milo, la zona de arte egipcio con el Escriba Sentado, toda la zona de escultura griega, y, por supuesto, la Mona Lisa.


Arte en el Museo del Louvre

Nos habíamos propuesto visitar todo lo anterior además de los Apartamentos de Napoleón pero nos faltó tiempo. La verdad es que aunque estuvimos bastantes horas tuvimos la sensación de haber visto tan sólo una pequeñísima parte de todas sus obras.

Victoria de Samotracia (izq) y Venus de Milo (dcha)

El Museo del Louvre  sin duda es impresionante, y es imprescindible visitarlo en cualquier viaje a París.

Teníamos previsto terminar la tarde visitando los Jardines de Tullerías pero al salir del museo comprobamos que llovía a mares en la ciudad, con lo que decidimos tomar un taxi a toda prisa bajo la lluvia para volver al hotel. Apenas pudimos disfrutar del exterior del museo y casi no tenemos fotos de la famosa pirámide de cristal del Louvre por culpa de la lluvia, y éste es otro de los motivos por los que esperamos volver a París en no mucho tiempo.

Al día siguiente nos esperaba Montmartre!