Abadía de Ettal, Oberammergau, Wieskirche y St. Coloman.

Domingo 15 de Junio de 2014 

La primera mañana de nuestro viaje por Alemania y Austria nos levantamos muy pronto, habíamos dormido pocas horas y aún no nos habíamos librado por completo del mal humor con el que nos habíamos ido a dormir la noche anterior después de nuestra mala experiencia con FireFly al llegar al Aeropuerto de Bérgamo. Mientras desayunábamos en el bufé del hotel decidíamos que hacer con el coche, valoramos si volver al aeropuerto a devolverlo y a poner una reclamación pero sabíamos que íbamos a perder buena parte de la mañana entre papeleos y teníamos un planing muy apretado por delante y el día que mas kilómetros tendríamos que recorrer de todo el viaje. No queríamos retrasar más la salida, con lo que decidimos ponernos en ruta con la batería del GPS bien cargada, y tratar de hacer un uso responsable de ésta durante el viaje para que no se agotase antes de llegar al destino. Pasamos el resto de los días pendientes de esto, cargando la batería cada vez que teníamos ocasión, en hoteles, bares y en los restaurantes en los que parábamos a comer en ruta. 

Wieskirche

A medio día llegamos a Garmisch Panterkirchen, un pueblo bávaro donde paramos a comer después de haber atravesado el norte de Italia y Austria. Habíamos pensado visitar el pueblo pero llegamos mas tarde de lo planeado y queríamos disfrutar de las siguientes visitas del día sin demasiadas prisas, así que nos conformamos con comer en un restaurante italiano lasaña y pizza y proseguir el camino. 

La preciosa Abadía de Ettal.

Antes de llegar a Oberammergau, a unos veinte minutos de Garmisch Panterkirchen, llegamos a la preciosa Abadía benedictina de Ettal, en el pueblo del mismo nombre.  


Abadía de Ettal


Dejamos el coche en un parking muy próximo a la Abadía y el lugar ya nos empezó a sorprender, el exterior del edificio de estilo barroco y rococó nos encantó, y el interior del monasterio, cuya entrada es gratuita y que visitamos sin apenas gente, nos pareció también precioso. 


Interior de la Abadía de Ettal

Pero si la Abadía por si sola es ya una visita obligada de esta parte de Alemania, las montañas que rodeaban el pueblo de Ettal, situado a 900 metros de altura, y el paisaje, hace que el entorno en el que se encuentra el monasterio sea aún mas especial. 

Paseamos después de la visita por los jardines de la Abadía e hicimos las primeras compras del viaje en algunas de las tiendas de la zona y con pena por dejar el lugar continuamos hacia Oberammergau. 

Oberammergau, el pueblo de las casas pintadas.

Oberammergau (o también conocido como el pueblo de las casas pintadas) fue el primer pueblo bávaro que recorrimos a fondo. Cuando leí sobre este pueblo y vi las primeras imágenes de las fachadas de sus casas me pareció un lugar que no debíamos dejar de ver. 


Oberammergau


Los frescos que decoran las fachadas de las casas de Oberammergau son el principal atractivo del pueblo porque, aunque en esta parte de Baviera es frecuente este tipo de arte, es Oberammergau el pueblo que posee la mayor colección de frescos de la zona. 


Frescos de las casas de Oberammergau


Nosotros paseamos por la calle principal (Ettaler Strasse) y vimos entre otras las casas de Hansel y Gretel y la de Caperucita Roja, en los números 41 y 48 respectivamente, visitamos la iglesia y paseamos por el cementerio aledaño.
 
Cementerio junto a la Iglesia de Oberammergau

También en Oberammergau visitamos varias tiendas y algunos talleres de madera en los que se fabrican todo tipo de recuerdos típicos de la región.

Wieskirche, la "Iglesia en la Pradera".

Después de las compras, continuamos hacia Fussen tomando la carretera que nos llevaría a visitar la Wieskirche (o Iglesia en la Pradera), una preciosa iglesia de peregrinación situada en las montañas de Baviera.

El estilo rococó de la iglesia nos recordó a la Abadía de Ettal y nos gustó casi tanto como la anterior.  


Interior de Wieskirche

Aquí también el entorno en el que se encuentra la iglesia hace que el lugar sea aún más bonito si cabe y nosotros, después de visitarla, decidimos pasear un rato por los caminos de la zona donde nos encontramos con algunos caballos pastando… 


Caballos en los campos de la Iglesia de la Pradera (Wieskirche)

Wieskirche (Iglesia de la Pradera)


Después del paseo llegó el momento de continuar la ruta hasta Fussen donde pasaríamos la noche, la visita a Neuschwanstein nos esperaba a la mañana siguiente, pero esa misma tarde lo veríamos sin esperarlo por primera vez… 

St Coloman, una Iglesia a los pies de Neuschwanstein.

Unos cinco kilómetros antes de llegar a Fussen la silueta de una iglesia en medio del campo llamó nuestra atención desde el coche. Una iglesia que desconocíamos y que no teníamos previsto visitar hizo que nos detuviésemos un poco antes de llegar al pueblo. 


Iglesia de St. Coloman y Castillo de Neuschwanstein al fondo


St. Coloman, después descubrí el nombre de esta iglesia, se alzaba en medio del campo en un atardecer entre montañas y al acercarnos vimos a lo lejos una imagen que no esperábamos encontrar… el castillo de Neuschwanstein.

Atardece sobre las montañas que rodean Neuschwanstein


Ésta fue la primera visión que tuvimos en nuestro viaje de Neuschwanstein y no pudo ser mejor. Estuvimos mucho mas tiempo del previsto viendo atardecer y haciendo muchas, muchas fotos mientras el ganado pastaba en el campo, y cuando finalmente anocheció, recorrimos los cinco kilómetros que nos faltaban para llegar a Fussen.


  
   
        
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