Lunes 16 de Junio de 2014 (Mañana)
La visita al Castillo de
Neuschwanstein, uno de los “platos fuertes” del viaje, nos esperaba esta misma mañana. Neuschwanstein, o el Castillo del Rey Loco de Baviera, había sido el principal motivo que nos había llevado a hacer este viaje y teníamos las expectativas muy altas y desde luego, la visita no nos defraudó.
Castillo de Neuschwanstein |
Habíamos pasado la noche en el
Hotel Fantasía de Fussen, que prometía mucho pero que no cumplió con las expectativas que teníamos. Nos asignaron
una habitación diminuta, en la que apenas teníamos espacio para dejar el equipaje
y con dos camas de 80 cm separadas. Creo que tuvimos mala suerte y fuimos a dar con la habitación mas pequeña de todo el hotel, porque en las fotos que había visto antes de reservar parecían mucho mayores. Por fuera, el edificio es bastante bonito y la situación es de lo mejor que tiene.
Hotel Fantasía de Fussen |
Nos marchamos a primera hora sin despedirnos de nadie porque la recepción permanecía cerrada y vacía, y antes de salir hacia Neuschwanstein decidimos dar un último paseo por el pueblo de Fussen a la luz del día y aprovechar para desayunar.
Fussen |
Cuando llegamos al parking del Ticket Center de Neuschwanstein y vimos la cantidad de gente que había esperando para canjear las entradas nos alegramos de haber reservado previamente la hora de la visita. Sin tener que esperar ni un segundo nos canjearon los tickets y nos vendieron el Bono para los Palacios de Baviera (Mehtagesticket) que nos permitiría acceder durante el viaje al Castillo de Neuschwastein, a los Palacios de Linderhof y Herremchiemsee y a la Residenz de Munich.
Para acceder al castillo desde el
parking existen varias opciones. Una de ellas es hacerlo a pie pero la subida
es larga y cansada, y es fácil perder mucho tiempo hasta llegar al
castillo, y en Neuschwanstein, si de algo nos dimos cuenta es de que el tiempo
vuela. Otra opción es tomar un bus o una calesa de caballos. La idea
de subir en calesa nos llamaba la atención, a pesar de que el precio del ticket
resulta un poco más caro que el del bus y de que las calesas son compartidas, pero
no decidimos que opción tomar hasta que no estuvimos allí y vimos la cantidad
de gente que había esperando subir a los autobuses y lo vacía que estaba la cola de las calesas.
Neuschwanstein desde el Ticket Center |
La subida a través del bosque en el coche de caballos fue bonita, y en solo cinco minutos estábamos en el castillo. Habíamos
reservado la entrada para las 12,45 h, (con recogida en el Ticket Center antes de las 11, 45 h) y como era algo pronto aún para
acceder, decidimos pasear hasta uno de los lugares que mas ganas teníamos de
visitar, el puente colgante Marienbrücke.
En un paseo de unos veinte
minutos hasta llegar al famoso puente, pasamos por varios miradores desde donde vimos unas preciosas vistas
del Castillo de Hohenschwangau con el lago Alpsee al fondo. Cuando preparamos el planing decidimos
prescindir de la visita a este castillo porque queríamos aprovechar la tarde en
Linderhof y porque la visita a Hohenschwangau no estaba incluida dentro de la Mehtagesticket, aunque
con más tiempo del que llevábamos nosotros seguro que es una visita más que
recomendable.
Castillo de Hohenschwangau |
Vistas de Hohenschwangau y el Lago Alpsee de camino al Marienbrücke |
Cuando llegamos al puente
Marienbrücke nos encontramos con unas vistas de Neuschwanstein que nos dejaron sin palabras.
Neuschwanstein desde el Marienbrücke |
El puente colgante se encuentra
suspendido en un desfiladero y parece mucho más inestable de lo que realmente
es, pues cada día soporta el paso de cientos de viajeros que se acercan a
contemplar las vistas. Yo tenía mis dudas sobre si me atrevería a pasar, pero realmente impresiona más verlo en fotografía que en directo y una vez allí no me lo pensé dos veces.
Puente colgante (Marienbrücke) |
Después de fotografíar el castillo desde
el mejor lugar posible y desde donde se es plenamente consciente de la
situación idílica en la que se construyó, regresamos ahora ya sí a
visitar el interior.
Es muy importante ser puntuales a
la hora de entrar porque son muy estrictos con los horarios, los grupos de
visitas acceden a través de unos tornos que se abren cada quince minutos y que
no se pueden cruzar si la hora indicada en el ticket ya ha pasado.
La visita al castillo es guiada y dura unos 45 minutos, existen audioguías en diferentes idiomas (incluido el castellano) que relatan la historia de la vida del Rey Luis II de Baviera (que no voy a relatar porque es posible acceder a esta información desde la propia web de Neuschwanstein) y sobre como su carácter influyó a la hora de crear sus residencias en Baviera.
La visita al castillo es guiada y dura unos 45 minutos, existen audioguías en diferentes idiomas (incluido el castellano) que relatan la historia de la vida del Rey Luis II de Baviera (que no voy a relatar porque es posible acceder a esta información desde la propia web de Neuschwanstein) y sobre como su carácter influyó a la hora de crear sus residencias en Baviera.
De vuelta al Castillo de Neuschwanstein desde el Marienbrücke |
Nosotros no habíamos leído
demasiado sobre el Rey Loco en cuestión, y el conocer su historia al mismo
tiempo que recorríamos las salas de sus palacios nos pareció aún más
interesante. Después de conocer tres de sus residencias en este viaje creo que
llegamos a tener una imagen muy completa del personaje y en cada una de ellas
aprendíamos nuevos datos de su historia.
El interior del castillo es una
visita obligada pero tanto en éste como en Linderhof y Herremchiemsee está
prohibido sacar fotografías y quizás sea mejor así, para llegar sin una idea
preconcebida y que la decoración de cada una de las salas que se visitan sorprenda aún más.
Cuando salimos era ya la hora de
comer y decidimos hacerlo en el mismo recinto de Neuschwanstein. En el camino
que desciende al estacionamiento de las calesas se encuentra el restaurante Zur
Neven Burg, un local bávaro donde el personal lleva trajes típicos, la
comida es buena y las vistas aún mejores.
Terminamos la mañana con unos platos de salchichas, ensalada de patatas, cerveza y apple strudel de postre, con los que repusimos fuerzas antes de volver en calesa al Ticket Center para ponernos de nuevo en ruta hacia el Palacio de Linderhof, donde pasaríamos la tarde.
PUEDES LEER EL RELATO COMPLETO DEL VIAJE:
- Previo
- Itinerario y Preparativos
- Día 1: Mala experiencia con FireFly
- Día 2: Oberammergau, Abadía de Ettal y Wieskirche
- Día 3 (Mañana): Fussen y Castillo de Neuschwanstein
- Día 3 (Tarde): Palacio de Linderhof y noche en el Castillo de Colmberg
- Día 4: Por la Ruta Romántica: Rothenburg ob der Tauber, Dinkelsbühl y Nördlingen
- Día 5: Múnich (I): Marienplatz y alrededores
- Día 5: Múnich (II): La Residenz y algunas cervecerías
- Día 6 (Mañana): Campo de concentración de Dachau
- Día 6 (Tarde): Palacio de Herremchiemsee
- Día 7 (Mañana): Campo de concentración de Mauthausen
- Día 7 (Tarde): Salzburgo (I): Mirabell, Augustiner y Monchsberg
- Día 8 (Mañana): Salzburgo (II): Catedral, Catacumbas y Hohensalzburg
- Día 8 (Tarde): Hallstatt, el pueblo más bonito a orillas de un lago.
- Día 9 (Mañana): En ruta por el Tirol (I): El Museo de las Granjas de Kramsach
- Día 9 (Tarde): En ruta por el Tirol (II): Alpbach y el Valle de Stubai
- Alojamiento: Hoteles en Alemania y Austria
- Donde comer (y beber) en Munich
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