Visitar Múnich en un día (II): Residenz y típicas cervecerías.

Miércoles 18 de Junio de 2014 (Tarde)


Después de haber dedicado la mañana a visitar el centro de Múnich, la Marienplatz y sus alrededores y de haber comido al aire libre en uno de los lugares más típicos de la ciudad, el Viktualienmarkt, nos disponíamos a pasar la tarde visitando el Palacio Urbano más grande de Alemania, conociendo algunas de las cervecerías más famosas de Múnich y viendo atardecer en la ciudad desde el mirador de la Torre del Ayuntamiento Nuevo.

Para visitar la Residenz usamos el Bono de los Palacios de Baviera (Mehtagesticket), que permite el acceso a las tres partes diferenciadas del complejo, El Tesoro, El Palacio y el Teatro Cuvillés, que visitamos en ese mismo orden. Aquí en la Residenz, a diferencia del resto de Palacios y Castillos que visitaríamos, si nos permitieron tomar fotografías durante todo el recorrido. 

Empezamos la visita en la Residenz por el Tesoro, donde pudimos observar las joyas de la corona de Baviera.   

El Tesoro en la Residenz

Después visitamos en algo más de horas las salas del Palacio. Durante la visita existe la opción de tomar un recorrido corto y otro bastante más largo que obliga a dedicar mucho más tiempo al palacio. En el recorrido corto, el que hicimos nosotros, se ven todas las principales salas del Palacio y en nuestra opinión es más que suficiente a menos que se quiera observar hasta el último detalle del Palacio. 


Dormitorio Real en la Residenz

Galería Verde en la Residenz

Visitamos muchas salas impresionantes, como la Galería Verde, pero sin duda la que mas llamó nuestra atención fue la famosa sala renancentista del Antiquarium o Sala de Antigüedades.

Antiquarium (Sala de Antigüedades de la Residenz)

Cuando terminamos de visitar el Palacio salimos al exterior para buscar el acceso al Teatro Cuvillés, situado en un lateral del edificio de la Residenz. La verdad es que dimos varias vueltas hasta que conseguimos ubicarnos y llegar a uno de los lugares de visita obligada en Múnich. Había visto imágenes del Teatro Cuvillés antes de viajar y tenía la sensación de que el lugar era mucho más grande de lo que nos encontramos, pero aún así la decoración en tonos rojos y dorados de este pequeño teatro de estilo rococó nos encantó.

Teatro Cuvillés

Al salir de la Residenz, cansados después de tantas visitas y estando tan cerca de Hofbrauhaus (Platzl 9), decidimos que no podíamos continuar la tarde sin tomarnos un descanso  en una de las cervecerías más famosas del mundo, y al ambiente que nos esperaba al llegar no pudo ser mejor. 

Hofbrauhaus estaba lleno de gente a media tarde, en la sala principal donde unos músicos tocaban sin parar apenas cabía nadie y en el jardín, donde nos sentamos nosotros, ocurría también lo mismo. Aquí, al igual que en el mercado donde habíamos comido las mesas son corridas y nosotros cuando llegamos no sabíamos la suerte que íbamos a tener con nuestros compañeros de asiento. 


Nuestros compañeros de mesa en Hofbrauhaus

Un grupo de bávaros ataviados con sus trajes regionales nos acompañaron todo el tiempo que pasamos en Hofbrauhaus, y entre cerveza y cerveza brindamos con ellos y "conversamos" como pudimos.  

La situación no pudo ser más auténtica y el rato que pasamos con ellos mientras las camareras repartían pretzels por las mesas fue la mayor experiencia bávara que tuvimos en este viaje. 


Hofbrauhaus

Esta cervecería es un lugar que no hay que perderse en Múnich, el local es precioso y el ambiente es aún mejor. Un local perfecto para disfrutar durante un rato del ambiente bávaro más auténtico. 


Hofbrahaus

Desde allí volvimos paseando de nuevo hacia la Marienplatz, para subir antes de la hora del cierre en ascensor a la Torre del Ayuntamiento Nuevo. Habíamos decidido prescindir de la subida a la Torre de San Pedro porque dada la situación que nos habíamos encontrado en la plaza al llegar creímos que no nos compensaba una subida de más de 300 escalones. Desde el Ayuntamiento Nuevo seguramente las vistas no sean tan buenas, pero a nosotros nos compensaron y disfrutamos las últimas horas de la tarde con unas imágenes de los tejados de Múnich.

Vistas desde la Torre del Ayuntamiento Nuevo

Por la noche decidimos cenar en otra de las cervecerías más famosas de la ciudad, Augustiner, mientras veíamos el partido del mundial que ese día jugaba España contra Chile y que no terminó nada bien para nosotros.

Cervecería Augustiner





  
   
        
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