Viaje fotográfico por las playas de la Costa Cantábrica

Del 11 al 16 de Junio de 2015

En Junio de este año, nos surgió la oportunidad de realizar un viaje de trabajo por la Costa Cantábrica. Como ya sabréis, Miguel Ángel es fotógrafo y no pudo rechazar la oportunidad de visitar por cuarta vez el norte de España, aunque esta vez el motivo del viaje fuese diferente y nos llevase a fotografiar paisajes únicos.

Playa de Zumaia
En la ruta visitamos pueblos que ya conocíamos como Ribadesella o Santillana del Mar y descubrimos otros municipios por primera vez como Cudillero o Lastres. Volvimos a subir a los Picos de Europa pasando por Cangas de Onís y Covadonga, pero sobre todo descubrimos playas rocosas, algunas de difícil acceso en las que apenas encontramos turistas pero sí lugares especiales que plasmar en fotografías.


El viaje fue exclusivamente fotográfico y de trabajo, por lo que los tiempos en cada lugar no fueron los que habríamos dedicado si la visita hubiese sido únicamente turística y no pueden tomarse como referencia. Todo el itinerario se organizó tratando de hacer coincidir los amaneceres y atardeceres en los lugares a fotografiar (playas especialmente).

Hoy, a modo de resumen, os contamos la ruta que realizamos por esas playas del norte y una parte del resultado del reportaje realizado durante este viaje.


1) PLAYA DE HUELGA, LLANES

En la desembocadura del río San Cecilio, junto a la localidad de Llanes, se encuentra la Playa de la Huelga. Desde allí, junto a grandes acantilados y en medio del mar, emerge el motivo que nos trajo a visitar este lugar, un islote de roca con forma de arco conocido como Castro de las Gaviotas.

Playa de Huelga

2) PLAYA DE GULPIYURI, LLANES


Entre Ribadesella y la vecina Llanes, se encuentra esta pequeña playa conocida como Gulpiyuri.

Después de caminar unos metros llegamos a éste lugar declarado Monumento Natural, donde el oleaje del agua del mar entrando a través de un pequeño túnel formado por grandes rocas es el único sonido que se aprecia.

Playa de Gulpiyuri

3) PLAYA DE GUEIRÚA, CUDILLERO

Gueirúa fue sin duda una de las playas que más recuerdo nos dejó en este viaje y el ejemplo máximo de como su difícil acceso ha contribuido a mantener casi inalterable el entorno en el que se encuentra.

Nos costó llegar más de media hora de caminata por un sendero entre matorrales, pero mereció la pena. Una vez allí, el sonido de un riachuelo desembocando en el mar, las rocas, las olas y el cielo, sin más…

Playa de Gueirua

Playa de Gueirua

4) PLAYA DE CAMPIECHO, VALDÉS

Junto con Gueirúa, Campiecho se encuentra en nuestra opinión entre las playas más fotogénicas del norte de España. De nuevo, el difícil acceso hace que el lugar se muestre casi inalterable y nos ofrezca una imagen casi propia de otro planeta. En Campiecho no hay que dejar de caminar entre las rocas hasta llegar a las cuevas. Desde su interior pudimos tomar la mejor de las fotografías viendo caer el Sol sobre la roca oscura.


Playa de Campiecho

5) LOS URROS, LIENCRES


Junto a la playa de Liencres encontramos otra de esas maravillas que la naturaleza ha creado a lo largo del tiempo, los urros. Unos islotes de piedra que se alinean junto a la costa cantábrica creando unas curiosas formaciones rocosas. No hay mejor forma de describir el paisaje que la que da nombre al mas famoso de todos ellos, "La puerta del Mar".

La Puerta del Mar, Los Uuros (Liencres)


6) PLAYA DE ZUMAIA  


Junto a enormes acantilados sobre los que encontramos la fotogénica Ermita de San Telmo, llegamos a uno de los lugares mas conocidos del litoral vasco, la Playa de Zumaia. Allí pudimos contemplar en total soledad los flysch al atardecer, y allí disfrutamos de esas curiosas formaciones creadas en la roca debido a la erosión, mientras el agua bañaba la costa y el Sol caía sobre el Mar Cantábrico.

Playa de Zumaia al atardecer

Ermita de San Telmo al amanecer

ALOJAMIENTOS:

Las cinco noches del viaje las pasamos en cuatro hoteles diferentes.

Las dos primeras estuvimos alojados en Ribadesella, en un hotel que ya conocíamos de un anterior viaje y del que guardábamos muy buen recuerdo: Hotel Don Pepe. Desde allí visitamos Ribadesella y volvimos a Llanes, además de servirnos como base para iniciar la subida a los Picos de Europa y regresar a Covadonga y Cangas de Onís

En el Hotel Rural Playa de Aguilar en Muros de Nalón pasamos la noche después de recorrer dos pueblos que no conocíamos, Cudillero y Lastres.

El cuarto día de viaje nos reencontramos con dos pueblos que, para nosotros, son posiblemente los más bonitos de Cantabria. Comimos en San Vicente de la Barquera y pasamos la tarde en Santillana del Mar, lugar que en nuestro anterior viaje a Cantabria nos sirvió como base de alojamiento para recorrer la zona.

Las dos últimas noches de la ruta dormimos en Suances, en el Hotel el Muelle y en Guetaria, en el Hotel San Prudentzio.