Día 3 en Estambul (Tarde): Eyüp y Üsküdar.

Domingo 18 de Octubre de 2015 (Tarde)



Después de nuestro primer "crucero" por el Bósforo de unos veinte minutos de duración desembarcamos en Eyüp con un apretado planing. Tras ver la escasa frecuencia de los ferrys que hacían esta ruta desde Eminönü, lo primero que hicimos fue comprobar el horario de los barcos de regreso y ver que, de nuevo, pasaban con una frecuencia de una hora. Teníamos que hacer todas las visitas de la zona en tan solo 60 minutos, porque esperar dos horas supondría llegar ya demasiado tarde a Üsküdar y perder el ferry de regreso. 

El principal motivo que nos había traído hasta Eyüp era visitar el famoso Café Pierre Loti desde donde se podían divisar unas de las mejores vistas del Cuerno de Oro. 

Al Café, situado en lo alto de una colina, se podía acceder de dos maneras; subiendo a través de un camino que cruza el Cementerio del Gran Eyüp, o bien mediante un teleférico que "en apenas dos minutos" te dejaba en la cima. La mayoría de los comentarios de otros viajeros recomendaban hacer la subida en el teleférico y el descenso a través del cementerio y nosotros optamos por seguir la recomendación general, y nos equivocamos. Vaya si nos equivocamos. 

Nos encontramos una cola de casi media hora para acceder al teleférico que nos hizo perder muchísimo tiempo y que nos dejó apenas unos minutos libres cuando llegamos al Café para hacer unas fotografías y volver a bajar, esta vez a pie.



Vistas desde el Café Pierre Lotti 

Fue una visita un tanto decepcionante, no porque el lugar no mereciese la pena (que todo lo contrario), sino porque un cúmulo de circunstancias hicieron que, después del tiempo que habíamos invertido en llegar hasta allí, apenas pudiésemos estar unos minutos y no lográsemos disfrutarlo. El que el tiempo no acompañase y apenas viésemos ese día el Sol tampoco ayudó.


Vistas desde el Café Pierre Lotti

Cuando preparaba el viaje me imaginaba sentándome en algunas de las mesas del Café a descansar,  mientras tomábamos un té y disfrutábamos de las vistas... pero fue imposible. Ni aún habiendo tenido tiempo suficiente lo hubiésemos conseguido porque aquello estaba completamente lleno de turistas a la caza de que alguna de las mesas del local se quedase libre. Me imagino que el que nuestra visita coincidiese en domingo tuvo que influir en que hubiese tantísima gente allí.

Cuando emprendimos la bajada entre las lápidas del cementerio y vimos que el trayecto no era ni tan largo ni tan cansado como habíamos leído, nos arrepentimos por no haber optado por subir de este modo.  



En el Cementerio de Eyüp

Aunque a esas alturas de la tarde ya no había marcha atrás y tratamos de disfrutar del paseo de bajada a través del cementerio que se extiende desde el Café Pierre Loti hasta llegar a la Mezquita del Gran Eyüp. 



Cementerio de Eyüp y Mezquita del Gran Eyüp

Llegamos al ferry de nuevo con la hora justa. Esta vez el trayecto sería mas largo pues no bajaríamos del barco hasta unos cuarenta minutos mas tarde, cuando llegásemos la Üsküdar, en la parte asiática de Estambul.



El plan inicial era estar allí al atardecer, pues Üsküdar es uno de los mejores lugares para ver la puesta de Sol en Estambul, pero las esperas del día hicieron que todo se retrasase y que el atardecer de ese día lo disfrutásemos desde ese mismo barco.



Cuando planeas un viaje a Estambul una de las actividades que la mayoría suele hacer es realizar un crucero por el Bósforo. Nosotros, que disfrutamos de estos trayectos como si de un crucero se tratase, podemos recomendar utilizar los ferrys públicos para desplazarse a los barrios mas alejados de la ciudad por tan solo 4 liras el trayecto, y aprovechar para disfrutar del paisaje, del ir y venir de la gente, para relajarse después de un día de largos paseos y para, como hicimos nosotros, tomar un té de manzana en la cubierta mientras se ve la puesta de Sol. 


Atardecer en Estambul desde el Ferry
Tomando té en el barco

Llegamos a Üsküdar ya de noche, comprobamos de nuevo el horario del último ferry de regreso a Eminönü, y dedicamos lo que quedaba de tarde a pasear por la parte asiática. 

Desde el muelle recorrimos junto a la costa la distancia que nos separaba del famoso espigón de alfombras desde donde muchos se reúnen para ver atardecer. 

Pescadores en Üsküdar

La verdad es que una vez allí sentimos pena por haber llegado demasiado tarde porque la perspectiva de la ciudad era perfecta, con la imagen de la Torre de Leandro iluminada en primer término, y la Mezquita Azul y Santa Sofía alzándose detrás de ella. 


Torre de Leandro y Mezquita Azul y Santa Sofía al fondo


Estuvimos allí bastante tiempo, haciendo mil fotos de la que sería nuestra última noche en Estambul antes de volver al muelle. 

También esa noche, en el camino de regreso, pasamos junto a algunas de las Mezquitas de esta parte de Estambul que, de haber llegado antes, hubiésemos visitado: Mihrimah (junto al muelle), Semsi Paça Üsküdar y Yeni Validee. 

Desde Usküdar tomamos el último ferry de regreso a Eminönü y esa noche cenamos algo de comida rápida en un KFC de camino al hotel. 

Habíamos pasado tres días especiales en Estambul, llenos de contrastes, de visitas a lugares diferentes, de sensaciones nuevas y de momentos únicos que recordaremos siempre. 

Pero aún nos faltaba por descubrir la última parte de este viaje. Nos esperaban tres días que dedicaríamos a recorrer la increíble región de la Capadocia, posiblemente el lugar que mas nos marcó en esta ruta de 2015, el que mas huella dejó en nosotros y donde ya estamos deseando regresar.



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