Cotswolds (Día 1): Conducir por la izquierda, Castle Combe y Ford.

Sábado 3 de diciembre de 2016 

No habíamos planeado mucho para el primer día de nuestro viaje por la Campiña Inglesa. Nuestro vuelo llegaba al Aeropuerto de Bristol a medio día y, teniendo en cuenta lo pronto que anochece en esa zona en el mes de Diciembre, el día iba a ser de lo mas corto.

Castle Combe

Aterrizamos en Bristol sobre las doce de un sábado de lo mas soleado. Como siempre habíamos pasado los días anteriores al viaje mirando la previsión del tiempo y escuchando previsiones de lluvias constantes. Nos temíamos una escapada pasada por agua pero por suerte, salvo por un día de niebla, el tiempo nos respetó durante toda la ruta.

Nuestra experiencia conduciendo por la izquierda.

Nuestro primer objetivo tras desembarcar era recoger el coche de alquiler, un Ford Focus (o un vehículo similar) que habíamos reservado con Alamo a través de AutoEurope. El hecho de que los siguientes días de viaje tuviésemos que conducir  por la izquierda no hacía mas que atormentarme.

Realmente, cuando reservamos los vuelos no lo pensé demasiado, Miguel Ángel es "valiente" y se atreve con la conducción en cualquier lugar y circunstancia. Yo en cambio sabía que no sería capaz de ponerme al volante en los seis días que durase el viaje.


Nuestro coche de alquiler

Alamo se encuentra a unos diez minutos caminando del aeropuerto. Parece ser que normalmente hay shuttels gratuitos que te acercan a la oficina y que pasan frecuentemente pero, justo ese sábado, el servicio estaba cancelado.

Nos tocó recorrer a pie con el equipaje de mano a cuestas la distancia que nos separaba del parking, hicimos el papeleo, y en poco mas de veinte minutos, estábamos sentados al volante del Opel Insignia blanco con el que recorreríamos el Sur de Inglaterra los siguientes días. 

La inercia hizo que no empezásemos bien y entrásemos al coche por el lado equivocado. Me costó acostumbrarme a ir sentada en la izquierda del vehículo y no ir conduciendo, y durante los primeros días no dejaba de tener la sensación de que circulábamos demasiado pegados al lado izquierdo de la carretera. El hecho de tomar las referencias desde el asiento contrario al principio no nos resultó del todo fácil. 

Nada mas salir del parking nos metimos por dirección contraria, un show, pero por suerte lo solucionamos a tiempo y durante el viaje no tuvimos ningún otro problema. Después de los momentos iniciales y una vez "te acostumbras" todo es mas fácil, aunque es verdad que en cierto modo íbamos en tensión cada vez que volvíamos a ponernos en ruta.

Ford.

Habíamos decidido poner en el GPS la dirección de nuestro hotel que yo creía que habíamos reservado en Castle Combe, el que quizás sea el pueblo mas famoso de los Cotswolds. Al llegar, como ya os conté en el post dedicado a los alojamientos, nos dimos cuenta de que el hotel se encontraba realmente en Ford, un pequeño pueblo situado a tan solo 5 minutos del anterior pero igualmente precioso. 


Amanece en Ford

Hicimos el check in, nos instalamos en la habitación y corrimos al pub/ restaurante del The White Hart a comer. Pedimos ensalada de salmón y dos platos de carne que nos llenaron de energía para lo que quedaba de día y, después de descansar un rato, salimos a recorrer los alrededores del hotel.


Nuestra habitación en The White Hart

The White Hart (restaurante)

El sitio no podía ser mas bonito, el edificio estaba rodeado de jardines con mesas al aire libre, y un río pasaba a tan solo unos metros de allí. Nos encantó alojarnos en The White Hart a pesar de no ser un lugar demasiado económico.


Ford


Ford

Desde allí pusimos rumbo por fin a Castle Combe, el pueblo que nos había traído a los Cotswolds y que tantas veces habíamos visto en fotos. 

Castle Combe.

Recorrimos la calle principal, entramos a la Iglesia de St Andrews y paseamos por el cementerio aledaño. 


Iglesia St Andrews en Castle Combe

Cementerio en la Iglesia St Andrews

Nos llamó la atención ver como, en algunas casas, los vecinos creaban un pequeño puesto de venta de dulces a modo de autoservicio. 

Venta de dulces en Castle Combe

Llegamos hasta el río y, junto al puente que lo cruza, pudimos hacer esa foto que tantas y tantas veces habíamos visto de Castle Combe.


Atardece en Castle Combe

Junto a The Market Cross encontramos una bonita cafetería donde entramos a resguardarnos del frío y donde parece ser que estaban todos los visitantes del pueblo. Por las calles apenas vimos gente. 

The Market Cross

Tomamos un par de chocolates calientes junto a un gran árbol de Navidad hasta que anocheció, y regresamos a Ford.

Cafetería en Castle Combe

Ese día nos dimos cuenta de algo que sufriríamos durante el resto del viaje. Los días en los Cotswolds terminaban demasiado pronto. En estos pueblos apenas encontramos decoración navideña, ni iluminación especial, ni gente por las calles una vez que se ponía el Sol. Fue inevitable compararlos con el viaje que hicimos a la Alsacia donde, al atardecer y a pesar del frío, todo seguía lleno de gente y la decoración navideña adornaba cada rincón. Nos dimos cuenta de que, durante este viaje, nuestros días (turísticamente hablando) terminarían demasiado pronto.

Aunque hoy no iba a ser el caso, esa noche aún nos quedaba despedir el día con una cena de amigos viajeros con los que habíamos planeado cenar en el mismo Restaurante de nuestro hotel donde ya habíamos comido al medio día. 


Jardines en el Restaurante The White Hart, Ford

Despedimos nuestro primer día en el Sur de Inglaterra entre charlas viajeras y a media noche nos fuimos a dormir. Al día siguiente recorreríamos Lakock, Bibury, Tetbury y Bourton on the Water en el que sería nuestro segundo día en los Cotswolds.



  
   
        
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