Windsor y Salisbury.

Miércoles 7 de Diciembre de 2016


Castillo de Windsor

El planing del que sería nuestro último día completo de viaje era pasar la mañana visitando el Castillo de Windsor y dedicar lo que sobrase de tarde a visitar Salisbury, ciudad en la que pasaríamos la última noche de nuestra ruta. 


Nos depertábamos un día mas en el Sur de Inglaterra en un hotel precioso; no podíamos haber elegido mejor los alojamientos de este viaje porque todos nos parecieron especiales en algún sentido.


The Winning Post

Esa mañana en The Winning Post bajamos a desayunar al Pub / Restaurante del propio hotel. Teníamos incluido el desayuno en el precio de la reserva pero lo que no sabíamos es que en esta ocasión, podríamos elegir cualquier plato o platos de la carta del local. Pedimos un desayuno típico inglés, además de tostadas, ensalada de frutas con yogur, zumos y un par de cafés con los que cogimos fuerzas para el que iba a ser nuestro último día completo de viaje.

Windsor.

Windsor me sorprendió nada mas acercarnos en coche. Ya entonces intuimos que la ciudad era bastante mas pequeña que Oxford y también bastante mas manejable en cuanto a la conducción se refiere.


Para este día habíamos localizado un parking en el que dejar estacionado el coche durante el tiempo que dedicásemos a visitar el Castillo, el Alma Road Car Park. Un parking muy bien ubicado, a unos diez minutos caminando de la fortaleza y no demasiado caro para los precios del país. El único problema que le encontramos al parking fue la necesidad de pagar por adelantado y, por lo tanto, de tener que decidir de ante mano el número de horas que íbamos a dedicar a visitar la ciudad. 


Por suerte no calculamos mal  y en las cuatro horas de estacionamiento que reservamos tuvimos tiempo de visitar el Castillo, dar un paseo por Windsor y comer algo rápido antes de volver al coche.

La visita al Castillo la acompañamos de una audioguía que nos entregaron de forma gratuita junto con la entrada, que nos costó 20 libras.



Estuvimos en el interior del recinto unas dos horas y media, paseando primero por las terrazas exteriores y viendo sus murallas, las torres y las vistas que desde allí se podían contemplar del pueblo de Windsor.



El lugar mas especial de todo el recinto fue sin duda la Capilla de San Jorge, en la zona sur y que por sí sola ya merecía una visita a esta residencia real.


Capilla de San Jorge

Capilla de San Jorge

En la Torre Redonda, situada en la zona central del Castillo, se alzaba la bandera del país, y es aquí donde se aloja la Reina de Inglaterra cuando se encuentra en Windsor.



En nuestra ruta pudimos además disfrutar de otro de los atractivos de Windsor; poder presenciar el cambio de la guardia real.



Terminamos la ruta visitando la Casa de Muñecas y recorriendo los Apartamentos Reales...

Apartamentos Reales en Windsor Castle

Cuando terminamos el recorrido salimos del recinto en dirección al Long Walk, un largo paseo rodeado de jardines desde el que se obtienen las mejores vistas del castillo desde una perspectiva diferente. 

El Long Walk se extiende hasta una colina, aunque no es necesario hacer el recorrido completo, tan solo con caminar la mitad del trayecto se pueden obtener unas vistas preciosas de la fortaleza.

Long Walk, Windsor Castle

Después de hacer nuestras fotos retrocedimos el camino andado volviendo sobre nuestros pasos, recorrimos algunas calles del centro de Windsor y paramos a comer algo rápido antes de regresar al parking.

Mientras comíamos dudamos a qué dedicar la tarde. Teníamos la alternativa de acercarnos al pequeño pueblo de Eton, situado muy cerca de Windsor, justo al otro lado del Támesis, para ver el Eton College. Al final nos decidimos por llegar lo antes posible a Salisbury. No teníamos claro que pudiésemos visitar la ciudad al día siguiente y ya habíamos visto un par de Colleges el día anterior en Oxford, con lo que decidimos prescindir de Eton para poder disfrutar de la Catedral de Salisbury con el tiempo que merecía... Y creo que no nos equivocamos.

Salisbury. 

Llegamos casi anocheciendo a Salisbury, una hora y media después de haber dejado Windsor. Habíamos decidido pasar por el hotel antes de comenzar a recorrer la ciudad para instalarnos y, como no podía ser de otra forma, nos volvimos a enamorar de nuestro alojamiento.


The Legacy & Rose Crown


The Legacy & Rose Crown era un hotel ubicado junto a la orilla de un río donde encontramos cisnes, y desde el que teníamos unas vistas preciosas de la torre de la Catedral de Salisbury. Hacía mucho frío cuando llegamos, pero no pudimos evitar dejar las maletas corriendo en la habitación, y salir al jardín para contemplar el atardecer desde la orilla del Río Avon.



Hotel The Legacy & Rose Crown

Después nos pusimos de nuevo en marcha para pasar lo que quedaba de tarde visitando la ciudad. Cuando reservé el alojamiento, tuve la impresión de que estaría situado demasiado a las afueras de la ciudad y de que, quizás, sería necesario que utilizásemos el coche para desplazarnos hasta el centro de Salisbury, pero no fue así.

En un paseo de unos quince minutos llegamos a la Catedral, preciosa e iluminada. Por suerte llegamos justo a tiempo de poder acceder al interior para poder visitarla, mientras veíamos como distribuían sillas para un concierto que se iba a celebrar allí esa misma tarde. 


Catedral de Salisbury




Catedral de Salisbury

Lo que quedaba de día lo dedicamos a pasear por el centro, a ver edificios con fachadas de entramado de madera y a entrar en algunas de las tiendas de Hight Street. 


Escaparates en Hight Street



Y ya mas tarde, en Market Place, nos encontrarnos con el único mercado de Navidad que vimos en este viaje, aunque ya cerrado a pesar de que eran poco mas de las siete de la tarde. 


Market Place, Salisbury

Me quedé con las ganas de disfrutar de algo más de espíritu navideño en esta ruta por la Campiña Inglesa aunque, de todos los lugares que visitamos, fue Salisbury el que mas decorado y ambientado para la Navidad estaba.

Compramos un par de pizzas para llevar y esa noche cenamos en la habitación de nuestro hotel pensando que nuestro viaje llegaba casi a su fin. Pero aún quedaba lo mejor, quedaba cumplir un sueño, visitar Stonehenge... y como lo bueno se hace esperar habíamos dejado nuestra visita mas deseada para el último día de ruta.

Windsor y Salisbury son destinos perfectos para visitarlos en una ruta con coche de alquiler como en nuestro caso, o bien realizando una excursión de un día desde Londres.




  
   
        
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