Donde alojarse en un viaje por Islandia.


Viajar en temporada baja es siempre una gran ventaja, pero en Islandia lo fue aún más. Durante los once días que pasamos recorriendo el país nos alojamos en diez alojamientos diferentes; en la mayoría de ocasiones en hoteles, otras veces en cabañas y en una ocasión en un apartamento.

Stafafell Cottages

Realizar el Road Trip en esta época nos permitió reservar alojamientos que, muy posiblemente en verano no nos hubiésemos podido permitir. Cuando preparaba el viaje y leía los relatos de otros viajeros que habían recorrido el país en los meses de verano, veía que la mayoría optaban por dormir en campings o en habitaciones de Hostels con baño compartido. Por eso, cuando comencé la búsqueda de alojamiento me sorprendí en cierto modo, porque no esperaba encontrar los precios que encontramos y, por curiosidad, comprobé que muchos de los hoteles que yo había reservado triplicaban su precio en el mes de Julio.

Nuestro gasto total en alojamientos para una ruta circular de 11 días por el país fue de 1114,90 €
B&B Keflavik Airport
Nuestro vuelo de llegada a Islandia aterrizaba en Keflavik ya de madrugada, por eso, para nuestra primera noche de viaje no busqué mucho mas que un hotel económico y situado lo mas cerca posible del Aeropuerto.

Así dimos con el B&B Keflavik Airport, un hotel en el que tan solo pasamos unas 5 o 6 horas pero que nos sirvió para descansar después de unas horas de pesadilla tras nuestra llegada a Keflavik. 


Seguramente no fue el mejor alojamiento del viaje pero fue mas que suficiente para esa primera noche, en la que solo nos importaba tener una cama cómoda y una ducha caliente. 

El Hotel Gullfoss fue uno de esos alojamientos que elegimos fundamentalmente por su ubicación. Queríamos alojarnos lo mas cerca posible de una de las cataratas mas famosas del país (Gullfoss) y de otros lugares como Geysir y Strokkur, y lo conseguimos reservando este alojamiento.

Hotel Gullfoss

El hotel se encuentra situado en medio de la nada y eso es parte de su encanto. Las habitaciones se extienden todas en una única planta a pie de calle y tiene un buen restaurante donde se sirve el desayuno.

Hotel Skogafoss ( Fuente: www.hotelskogafoss.is  )
Pero si existe en Islandia un hotel bien ubicado ese es el Hotel Skogafoss. 

Cuando llegamos esa tarde al alojamiento no me podía creer que fuésemos a dormir a tan solo unos metros de uno de los lugares mas impresionantes que jamás había visto.

La catarata Skogafoss se hallaba a solo unos pasos de nuestra habitación y, a la mañana siguiente, desayunamos en el restaurante con las mejores vistas posibles. Todo un lujo difícil de olvidar.

El Fosshotel Lacier Lagoon fue quizás el alojamiento mas moderno en el que estuvimos durante el viaje. El Hotel pertenece a una conocida cadena hotelera que también utilizamos días mas tarde en Husavik y Hellnar y se encuentra ubicado en plena naturaleza, entre el P.N de Skaftafell y muy cerca de las lagunas glaciares de Fjallsárlón y Jokulsarlon. 

La arquitectura del edificio es lo que mas llama la atención, con su tejado de turba, sus colores oscuros y la iluminación tan especial de todo el complejo.


Fosshotel Glacier Lagoon (Fuente: www.fosshotel.is )

La habitación fue perfecta, amplia, limpia, y muy moderna. Y el restaurante, que visitamos durante la cena, muy muy caro. 

Con Stafafell Cottages tuvimos sentimientos encontrados. Nuestra llegada a las cabañas pareció sacada de una típica película de terror. De noche cerrada y bajo una lluvia que no dejaba de caer llegamos a un edificio que parecía ser la "recepción" del alojamiento, que estaba casi destruido y en el que únicamente encontramos un papel colgado con un teléfono al que llamar para contactar con el propietario.


"Recepción de Stafafell Cottages"

Cuando vimos llegar al dueño conduciendo una camioneta, y vestido como si acabase de haber cometido un crimen, tuvimos ganas de salir corriendo.

Nos invitó a seguirle hasta "su casa", donde decía que haríamos el pago de la noche que habíamos reservado. Así que, sin mucha alternativa y ya de noche cerrada, comenzamos a conducir detrás de su camioneta, por caminos de tierra, hasta una casa que no parecía estar en mejor estado que la anterior. 

Realmente estábamos bastante asustados, porque no había nadie en kilómetros a la redonda, porque estábamos solos en medio de la nada, porque aún no habíamos visto ni una sola de las cabañas que habíamos reservado y ni si quiera veíamos por donde conducíamos siguiendo a un completo extraño con un aspecto mas que aterrador. Y creedme que no exagero.

Stafafell Cottages

Miguel Ángel entró dentro  mientras yo me quedaba fuera, al volante del coche y con el número de emergencias marcado en el móvil... 

Ahora nos reímos recordándolo pero pasamos un momento de mucha tensión y una noche nada buena. El que yo pensaba que era un alojamiento de varias cottages resultaron ser dos únicas cabañas en medio de la nada que, para ser sinceros, por dentro no estaban del todo mal.

Quizás si hubiésemos llegado de día nuestra opinión hubiese sido otra, pero después de ese primer contacto con el lugar cambiar nuestra primera impresión iba a ser difícil.

Cuando esa noche despedimos al propietario y vimos su camioneta alejándose en la noche, respiramos aliviados.

El hotel Eyvindará, en Egilsstadir, fue también uno de los mejores del viaje. El alojamiento dispone de habitaciones dobles e individuales y también de cabañas, como la que nosotros reservamos, situadas en medio de un precioso bosque de pinos.

Cabaña en el Hotel Eyvindará 

El lugar no pudo gustarnos mas, por el entorno tan diferente a todo lo que habíamos visto antes en Islandia, y por la cabaña en sí, de madera, limpia y preciosa. No me hubiese importado quedarme más días allí, a pesar de que la zona no tiene demasiados atractivos turísticos y solo nos sirvió para hacer tránsito entre los Fiordos de Este y las cascadas de Detifoss y Selfoss. 
El hotel de Husavik es el que mas recordamos de nuestro viaje por Islandia. La noche que pasamos en ese pueblo costero al norte de la isla nos dormimos mientras mirábamos al cielo por el gran ventanal de la habitación, y veíamos auroras boreales.

Fosshotel Husavik (Fuente: www.fosshotel.is )
El hotel pertenece a la cadena de hoteles Fosshotels que usaríamos en tres ocasiones durante el viaje. Había leído malos comentarios de este hotel antes de llegar y llevaba cierto miedo por lo que podríamos encontrar, pero el lugar no pudo estar mejor.

Parece ser que el alojamiento ha sido recientemente reformado y lo notamos nada mas llegar. El hotel se encuentra en el centro de Husavik, a unos metros del Whale Museum y del puerto desde donde se inician las excursiones de avistamiento de ballenas.

Nuestra primera opción para pasar esta noche no era hacerlo junto al Lago Mytvan, sino dormir junto a Godafoss, la catarata donde teníamos planeado ver atardecer el día anterior. Durante muchos meses estuve comprobando a diario disponibilidad en el Fossholl Guesthouse, un hotel a los pies de Godafoss que parecía que había cerrado sus puertas después del mes de septiembre.

Como en la zona no encontré ningún otro alojamiento que no se disparase de precio decidimos pasar la noche junto al Lago Mytvan, a pesar de que tuviésemos que desandar camino a la mañana siguiente.


Hotel Laxá

El Hotel Laxá, con sus vistas al lago, también nos resultó precioso. Nos recordó en cierto modo al Fosshotel Glacier Lagoon en el que habíamos pasado la noche días antes, por su decoración moderna y sobre todo, por su integración con el paisaje y el entorno.

Encontrar alojamiento en Hvammstangi fue toda una odisea. Los hoteles que me gustaban o estaban completos meses antes ya, o no daban disponibilidad para nuestras fechas porque habían cerrado durante los meses de temporada baja.

Solgadur Apartment

Todo lo que veía eran alojamientos bastante simples, con baño compartido y a precios desproporcionados. Finalmente nos decidimos por reservar un apartamento, aunque en principio el hecho de que no fuésemos a tener un contacto directo con el propietario durante nuestra estancia nos preocupaba un poco.



Unos días después de reservar recibimos un mail con las instrucciones para acceder, y una clave de acceso que debíamos introducir en un cajetín donde estarían guardadas nuestras llaves.

Al final todo lo encontramos tal cual nos lo habían explicado y descubrimos un apartamento mucho mas bonito de lo que imaginábamos, equipado con cocina, baño y un dormitorio y situado en el centro del pueblo. Mas que suficiente para pasar una noche.


Fosshotel Hellnar
También pasé meses buscando alojamiento cerca de Kirkjufelfoss, pero los hoteles que encontraba en Grundarfjordur (el pueblo mas cercano) no acababan de convencerme. 

Finalmente optamos por pasar la última noche del viaje en la zona sur de la península de Snaefelsnes, en Hellnar, en el tercer Fosshotel que empleamos en la ruta, pero esta vez junto al mar.

En esta última noche del viaje pudimos comprobar que definitivamente, esta cadena de alojamientos es una apuesta segura, y que es del todo recomendable, a pesar de que de los tres Fosshotels en los que estuvimos, el de Hellnar fuese el mas sencillo. 



Si te han gustado, puedes reservar estos y otros hoteles aquí;

   
        


  
   
        
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