Domingo 14
de Octubre de 2018
Esta vez tuvimos más suerte y pudimos disfrutar del interior de la Iglesia, con su nave principal presidida por una enorme lámpara de cristal.
La Iglesia de San Nicolás de Stare Mesto se utiliza frecuentemente como sala de conciertos y es posible que, como nos pasó a nosotros, la encontréis cerrada al público en más de una ocasión.
El Café Oriente es famoso entre los fotógrafos por su escalera de caracol que recuerda a una bombilla, y Miguel Ángel no podía marcharse de Praga sin tener una imagen propia del lugar.
Desde allí, y casi con la hora justa llegamos a la Torre de la Pólvora al atardecer.
Una torre inconfundible por su color oscuro y su estilo gótico, que se construyó como puerta de acceso a la ciudad, y que además de tener unas vistas espectaculares, alberga una exposición sobre la ciudad de Praga.
Y allí terminamos nuestros cinco días en Praga, una ciudad de la que esperábamos mucho y que sin duda supo estar a la altura. Una ciudad que descubrimos con calma, disfrutándola y viendo mucho más de lo planeado aunque también nos quedasen visitas pendientes para una segunda visita como la Casa Danzante, el Castillo de Vysehrad, el Monasteio Strahov o la Biblioteca del Clementinum.
Praga es una ciudad que ha pasado a uno de los primeros puestos en nuestra lista de “Ciudades más bonitas de Europa”, que se ha convertido sin duda en una lugar especial para nosotros y que recordaremos siempre por ser la primera que visitamos siendo tres.
Habíamos pensado dedicar el que iba a ser nuestro último día
en Praga a visitar todos aquellos lugares que nos habían quedado pendientes en
los anteriores días, y a disfrutar sin prisas de aquellos que más nos habían
gustado. Y tan tranquilamente vivimos aquel día, que las primeras horas de la
mañana las dedicamos a hacer algunas compras que necesitábamos para el resto
del viaje, en un centro comercial cercano al hotel.
A media mañana, después de dejar las bolsas en la habitación
del Cloister Inn, comenzamos las visitas de aquel día por un lugar que había
visto en fotos y que, a pesar de no ser de los más conocidos de la ciudad, me
llamaba mucho la atención.
La Biblioteca Clementinum la descubrí preparando el viaje, y
desde ese momento tuve dudas de que pudiésemos acceder. La visita se realiza de
forma guiada a través de varias estancias en las que, además de la Biblioteca,
se visitan otros lugares como la capilla de los espejos o la torre astronómica
desde donde dicen se tienen unas bonitas vistas.
Finalmente como ya me había imaginado no pudimos entrar. Nos
dijeron que en la visita guiada se debían subir bastantes escaleras y que, no
era posible visitar tan solo la Biblioteca que era lo que realmente nos
interesaba. Y aunque les pedimos dejar el carro en algún lugar para llevar a
Carla porteando durante la visita, nos dijeron que no era posible.
Desde allí continuamos la ruta, bastante decepcionados eso
sí, hasta la Plaza de la Ciudad Vieja.
No queríamos marcharnos de Praga sin despedirnos del aquel lugar que ya habíamos visitado en nuestro primer día en Praga, y no queríamos irnos sin ver el interior de la Iglesia de San Nicolás que aquel primer día no conseguimos conocer.
De camino a la Plaza de la Ciudad Vieja |
No queríamos marcharnos de Praga sin despedirnos del aquel lugar que ya habíamos visitado en nuestro primer día en Praga, y no queríamos irnos sin ver el interior de la Iglesia de San Nicolás que aquel primer día no conseguimos conocer.
Iglesia de San Nicolás |
Esta vez tuvimos más suerte y pudimos disfrutar del interior de la Iglesia, con su nave principal presidida por una enorme lámpara de cristal.
Interior Iglesia de San Nicolás de Stare Mesto |
La Iglesia de San Nicolás de Stare Mesto se utiliza frecuentemente como sala de conciertos y es posible que, como nos pasó a nosotros, la encontréis cerrada al público en más de una ocasión.
Paseamos de nuevo por la Plaza haciendo más y más fotos, y
caminamos hasta la Torre de la Pólvora que aún no habíamos visitado. Como
siempre que hacemos con este tipo de visitas, dejamos las vistas desde el
mirador de la torre para el atardecer y pasamos las siguientes horas comiendo en
un Hard Rock cercano.
No habíamos pensado realizar ningún crucero en un principio,
pero teníamos varias horas por delante hasta que comenzase a ponerse el Sol, y nos
pareció una buena opción para ocuparlas.
Cuando llegamos junto a la Torre del Puente del Puente
Carlos situada en la Ciudad Vieja, los
comerciales de una empresa de cruceros (fácilmente localizables pues van vestidos
con trajes de marineros) nos dieron un folleto con horarios y precios y
decidimos no mirar mucho más, y subir a aquel barco.
Vistas del Puente Carlos desde el Barco |
Durante una hora recorrimos el Moldava viendo Praga desde
una nueva perspectiva y desde el río contemplamos el Castillo y pasamos un par
de veces bajo el Puente Carlos.
Vistas desde el crucero de la Torre del Puente Carlos |
Aunque lo más interesante del crucero es el trayecto que
realiza por el canal Certovka, que separa Mala Strana de la Isla de Kampa, y
que nos llevó a navegar junto a un antiguo molino (Velkoprevorsky) y a conocer
las antiguas casas de esta parte de la ciudad.
Durante el viaje nos
ofrecieron a elegir una bebida entre té o limonada, y un snack entre helado y
bizcocho. La experiencia nos gustó, es algo que ya habíamos hecho en otras ciudades como Budapest, aunque es algo que no nos pareció imprescindible y que
recomendaríamos solo si disponéis de tiempo suficiente en la ciudad. La empresa
que elegimos dudo que fuese la mejor, el barco en sí nos pareció bastante
básico, muy pequeño y completamente techado, lo que no nos permitió apenas
movernos y mucho menos salir al exterior a disfrutar del viaje.
Un par de días antes, cuando cruzamos a Letna Park por el
Puente Cesch y comimos junto al río en un restaurante tailandés, vimos varias
empresas de cruceros por la zona con barcos mucho más grandes y seguramente,
también más recomendables.
Desde el Puente Carlos volvimos caminando de nuevo hacia la Ciudad Vieja, con el objetivo de llegar a ver atardecer desde la Torre de la Pólvora aunque, unos metros antes, aún teníamos una visita pendiente.
Desde el Puente Carlos volvimos caminando de nuevo hacia la Ciudad Vieja, con el objetivo de llegar a ver atardecer desde la Torre de la Pólvora aunque, unos metros antes, aún teníamos una visita pendiente.
El Café Oriente es famoso entre los fotógrafos por su escalera de caracol que recuerda a una bombilla, y Miguel Ángel no podía marcharse de Praga sin tener una imagen propia del lugar.
Escalera del Café Oriente |
Desde allí, y casi con la hora justa llegamos a la Torre de la Pólvora al atardecer.
Torre de la Pólvora |
Una torre inconfundible por su color oscuro y su estilo gótico, que se construyó como puerta de acceso a la ciudad, y que además de tener unas vistas espectaculares, alberga una exposición sobre la ciudad de Praga.
Vistas desde la Torre de la Pólvora |
Y allí terminamos nuestros cinco días en Praga, una ciudad de la que esperábamos mucho y que sin duda supo estar a la altura. Una ciudad que descubrimos con calma, disfrutándola y viendo mucho más de lo planeado aunque también nos quedasen visitas pendientes para una segunda visita como la Casa Danzante, el Castillo de Vysehrad, el Monasteio Strahov o la Biblioteca del Clementinum.
Praga es una ciudad que ha pasado a uno de los primeros puestos en nuestra lista de “Ciudades más bonitas de Europa”, que se ha convertido sin duda en una lugar especial para nosotros y que recordaremos siempre por ser la primera que visitamos siendo tres.
PUEDES LEER EL RELATO COMPLETO DEL VIAJE
- Rep. Checa: Preparativos, Itinerario y Presupuesto
- Donde alojarse en un viaje por la Rep.Checa.
- Praga (Día 1): Plaza de la Ciudad Vieja y Plaza Wenceslao
- Praga (Día 2): Barrio Judío y Letna Park
- Praga (Día 3): Puente Carlos, Isla de Kampa, Monte Petrin
- Praga (Día 4): Castillo de Praga y San Nicolás de Mala Strana
- Praga (Día 5): Crucero por el Moldava, Torre de la Pólvora y algunas cuentas pendientes
- Visitar el Castillo de Hluboká
- Ver Cesky Krumlov en dos días
- Kutna Hora, mucho más que un osario
- Reviviendo la historia en Terezin
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